Echados sobre costados opuestos,
por el peso del tedio separados,
los esposos convocan cada noche
un sueño que los rescate
del vacío asfixiante...
Ruegan que algún amante
aparezca para salvarlos.
Que algún beso perdido
en una esquina de la noche
dé con sus labios.
Han olvidado cómo era dormirse
amándose con los ojos.
por el peso del tedio separados,
los esposos convocan cada noche
un sueño que los rescate
del vacío asfixiante...
Ruegan que algún amante
aparezca para salvarlos.
Que algún beso perdido
en una esquina de la noche
dé con sus labios.
Han olvidado cómo era dormirse
amándose con los ojos.