Dolor ajeno que puede facilmente trasformarse en propio, dolor ajeno que a veces intentamos esquivar sin conseguirlo, dolor ajeno en el que a veces tambien nos vemos reflejados y por eso lo evitamos. Un beso
En ocasiones compartimos dolos ajeno y llegamos a sentirlo a vivirlo como nuestro y tal vez es lo que nos toca en ese momento, pero hay otras en las que los dolores ajenos hay que apartarlos, porque nos pueden enmarañar la vida, el corazón y el alma. Mejor que los tire a la taza del váter y no nos salpique. Abrazos, Abrazos,Abrazos MAR.
La mierda, con perdón, al váter. Otra cosa es que a alguien le esté pasando algo muy triste y nos entristezcamos con él/ella. Eso también duele, pero no es mierda.
Natàlia: tu besito, recibido. Te envío otro a ti. Como a Cas, te pido perdón por no leerte últimamente. No sé, no estoy muy bloggera, últimamente. ahora bien, el jueves, ya tiene para mí unas connotaciones especiales. Espero que pronto vuelvas por BCN
San, distingues dos tipos de dolor. sí, se me escapó eso en lo que escribo. Yo sólo pensaba en el dolor-resentimiento acusador y envenenador. Un super abrazo
Manuel, muy buena la observación final que haces: dolor ajeno que a veces evitamos, para no vernos reflejado, para no dolernos. Creo que no expresé bien en este poema lo que quería. hablar del dolor que es rencor y todo lo empozoña.
Dolor ajeno que puede facilmente trasformarse en propio, dolor ajeno que a veces intentamos esquivar sin conseguirlo, dolor ajeno en el que a veces tambien nos vemos reflejados y por eso lo evitamos.
ResponderEliminarUn beso
En ocasiones compartimos dolos ajeno y llegamos a sentirlo a vivirlo como nuestro y tal vez es lo que nos toca en ese momento, pero hay otras en las que los dolores ajenos hay que apartarlos, porque nos pueden enmarañar la vida, el corazón y el alma. Mejor que los tire a la taza del váter y no nos salpique.
ResponderEliminarAbrazos, Abrazos,Abrazos MAR.
Dolor ajeno que salpica dolor, un dolor que ni compasión merece. Besito curado, sin dolor.
ResponderEliminarDuros momentos, duros veredictos...
ResponderEliminarUn dolor putrefacto quizás, que no hace más que envenenar.
un abrazote, Mar
La mierda, con perdón, al váter. Otra cosa es que a alguien le esté pasando algo muy triste y nos entristezcamos con él/ella. Eso también duele, pero no es mierda.
ResponderEliminarBesos, Elvira (no me sale el perfil)
Elvira;
ResponderEliminarpor supuesto hablo de "mierda". De ese dolor que se lleva dentro tiempo y tiempo y se va pudriendo y que, además, hace culpables a los otros.
Un abrazo
Gracias por pasarte Cas. Os tengo abandonados. Abrazote sí
ResponderEliminarNatàlia: tu besito, recibido. Te envío otro a ti. Como a Cas, te pido perdón por no leerte últimamente. No sé, no estoy muy bloggera, últimamente. ahora bien, el jueves, ya tiene para mí unas connotaciones especiales. Espero que pronto vuelvas por BCN
ResponderEliminarSan,
ResponderEliminardistingues dos tipos de dolor. sí, se me escapó eso en lo que escribo. Yo sólo pensaba en el dolor-resentimiento acusador y envenenador.
Un super abrazo
Manuel, muy buena la observación final que haces: dolor ajeno que a veces evitamos, para no vernos reflejado, para no dolernos.
ResponderEliminarCreo que no expresé bien en este poema lo que quería. hablar del dolor que es rencor y todo lo empozoña.
Un beso, Manuel
Se nota que este no es un dolor solidario, más bien odiado.
ResponderEliminarLo has descrito muy bien.
Besos
Interesante...
ResponderEliminarEse dolor ajeno que se contagia, no se comparte. Dolores así son egoístas, sin ganas de curarse.
Sigue creando :)