Cierra la puerta cuando salgas
y vete por favor sin hacer ruido.
Que no encuentre mañana
rastro de tu deseo en mi casa.
Vete como llegaste,
sin hacer ruido,
en mitad de la noche,
furtivamente,
tú que nunca me nombraste
en voz alta.
Deja las llaves puestas.
Que allí las encuentre
quien decida, de verdad,
amarme.
Y devuelve, antes de irte,
todo ápice de mi alma,
Precioso, Mar.
ResponderEliminarBesos
ME ENCANTA, ME QUEDO CON:
ResponderEliminarDeja las llaves puestas.
Que allí las encuentre
quien decida, de verdad,
amarme.
besines*
Una despedida elegante pero llena de decepción.
ResponderEliminarun beso
Lo importante es eso, que no se lleven lo que no les pertenece!
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Ese cuerpo que tanto nos gustaba la noche de ayer...!
ResponderEliminar¡Ay de las alboradas de luz!
Y...no tiene remedio.
Cada día eres más y más poeta.