He llegado hasta ti
para amarte.
No huyas Amor, no huyas.
Vengo abatida
de abandonos y silencios,
paralizada por miedos
que yo misma desconozco.
No huyas Amor, no huyas.
Llego a ti
hastiada de mí misma,
doblegada por mi propia
cansina queja.
No huyas Amor, no huyas.
Vengo trasnochada
de tanta incertidumbre,
con los sueños hechos harapos
y la esperanza marchita.
No huyas Amor, no huyas.
He llegado hasta ti.
Deja que me desnude
y te ame.
Olvidar y ofrecer, ofrecerse, abrirse y mostrar todo el amor que se lleva dentro.
ResponderEliminarUn abrazo.
en el precipicio del mundo
ResponderEliminarallá donde los colores
se unen en sólo tres
allá donde las aguas
dicen que se caen
para no volver a elevarse nunca
allá donde la noche ni lo es
ni el día tampoco
en el precipio del mundo
una mano
un rostro
en fin, tu entera...enterita
y con la delicadeza de
un beso que viene
en pos de mí
con la lentitud del último beso
deseo, sueño...
sueño con hacerme beso
y beso el beso
en el precipicio del mundo
y un beso y otro beso
se caen...por el precipicio del mundo
quizá soñándose uno solo...
Huye amor, huye conmigo,
ResponderEliminarllévame a mi otro yo, a las orillas
del mar azul lleno de luz.
Huyamos amor, huyamos juntos
de las vidas que somos y no queremos ser
de las ropas que nos visten, de los harapos rotos
Deja que te desnude,
desnúdate
desnúdame
desnudémonos en el mar de la luz!