La práctica de la excisión y la infibulación, dos de las formas más corrientes que se emplean para mutilar sexualmente a las mujeres, no sólo se emplea en pueblos con religión musulmana, sino también en grupos que practican la religión cristiana. Aunque las razones que se dan para justificar estas mutilaciones varían de un país a otro, en todos estas prácticas tienen las mismas consecuencias: reducen e incluso anulan la capacidad sexual de la mujer, e impiden que ésta se tome «libertades» antes del matrimonio. Esther Ferrer analiza en este segundo y último capítulo los orígenes y extensión de estas mutilaciones y describe las consecuencias que se derivan de estas prácticas primitivas, pero todavía vigentes.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/infibulacion/excision/anulan/capacidad/sexual/mujer/elpepisoc/19790318elpepisoc_7/Tes
Una atrocidad venga de donde venga, insoportable información, pero hay que enterarse, denunciarlo y pararlo como sea.
ResponderEliminarMARCITA estos días está muy movido el patio femenino, que dure y que sirva.
¿Nos vemos pronto? Eso me dicen. Petons.
Asqueroso, atroz, humillante, todo lo que se quiera decir es poco...Por no hablar de las nñas indúes, chinas, etc.
ResponderEliminarEsperemos que todo esto no se quede en palabras, pues ya sabes, se las lleva el viento...
Besitos, princesa.
Este tipo de prácticas implica la colonización "social" del cuerpo de la mujer, de su sexualidad y de su vida propia. Es otra variante más de la violencia sobre la mujer que se ejerce con más o menos barbarie en el mundo.
ResponderEliminarLa supuesta "inferioridad" de la mujer fue algo que durante siglos defendíó la ciencia y el pensamiento reinante, también posteriormente la psicología (Moebius, a principios del Siglo XX). Es difícil quitar de las mentes los esquemas anclados durante siglos de desigualdad y discriminación. Por esa supuesta "inferioridad" mental e intelectual, las universidades, que abrieron en el siglo XIII, no admitieron mujeres hasta casi el XX. Pesaban demasiado muchos siglos, milenios de discriminación y desigualdad; de prejuicios y estereotipos.
Y aquí seguimos, en pie...
El problema es que la lucha contra estas prácticas bárbaras y criminales se vea mediatizada por conceptos exageradamente mostrados como respeto cultural, respeto a las tradiciones, etc, etc.
ResponderEliminarUn beso
Es duro leer este artículo, no te puedes quedar impasible... Esperemos que cada vez sean menos las mujeres que tienen que pasar por esta tortura.
ResponderEliminarBesos