Parece que perdí el norte...
Este y oeste
siempre los equivoqué...
El centro me aburre
y el sur ya no parece que fue ayer...
Así que voy a detenerme aquí.
Respirar hondo,
descalzar mis píes,
vaciar mi mochila....
Sé que debo sentir el camino...
Aunque caiga la noche
aunque no conozca las estrellas
aunque nunca sepa mi destino...
Sé que debo seguir.
Este y oeste
siempre los equivoqué...
El centro me aburre
y el sur ya no parece que fue ayer...
Así que voy a detenerme aquí.
Respirar hondo,
descalzar mis píes,
vaciar mi mochila....
Sé que debo sentir el camino...
Aunque caiga la noche
aunque no conozca las estrellas
aunque nunca sepa mi destino...
Sé que debo seguir.
Vives en el nord-este XD...
ResponderEliminarYo tb me uno a tu estado :S
muaaaaaaaks
naaaa a seguir caminando :)
aunque nord-este según el lugar del planeta desde dónde lo mires :)
EliminarLa Polar es la que importa, y esa siempre la llevamos dentro.
ResponderEliminarBesos
Prueba Mar a buscar, lo más ligera de equipaje que puedas, la rosa de los vientos dentro de tí misma. Seguro que acabas orientándote.
ResponderEliminarLos estados de des-orientación son inherentes a la naturaleza humana. De una u otra forma, creo que todos, en algún momento, los hemos sufrido.
Un fuerte abrazo.
Oh amigos! Qué bello todo lo que aquí me dejáis! GRACIAS de <3
ResponderEliminarEstar desorientadas en nuestra forma de orientarnos sin prisas, después del este y el sur o el oeste, el norte, el que sea, tendremos el camino y andarlo.
ResponderEliminarPetons enyiorats.
Petonets Natàlia!
EliminarCamina sin volver la cabeza...¡sigue!
ResponderEliminarUn saludo Manuel!
ResponderEliminarLa vida es de sentido único, siempre hacia adelante. Saludos
ResponderEliminarSí Rive :)
ResponderEliminar