martes, 26 de noviembre de 2013

"Ruptura" de Juan Carlos Ortega.

Ruptura


Sé que sufres,
que vas a hablar mucho de mí
con tus amigos,
que estoy en tus sueños
y en tus insomnios.
Lo sé.
Sé que al despertarte esta mañana
estaba en tu pensamiento.
Sé que me quieres
con tu indecisa manera de quererme.
Sé que te preguntas
si has acertado en tu decisión.
Lo sé.
Supongo
que ya hablaremos de esto,
cuando pase el tiempo,
no estemos tan tristes
y ya no nos echemos tanto de menos.


Otros poemas de Juan Carlos Ortega en sus libros Canto cotidiano y Regreso y en su blog:  http://juancarlosortega1.blogspot.com.es

domingo, 24 de noviembre de 2013

BLUE JASMINE


Hacía tiempo que no iba al cine. No iba desde... no iba desde entonces... nuestro último cine juntos. Anoche volví al cine con mi amiga de siempre. El cine estaba atestado de gente y nos hubimos de separar... los abrigos encima de la falda, el bolso... qué incómodo... Y sin embargo la magia del cine, la maestría de Woody Allen y la impecable actuación de Cate Blanchette se me llevaron de ahí, a otra realidad estaba en otra vida... Espectadora de otra vida, me negaba a que la película terminara allí. Empaticé con esa mujer, Jasmine, rota por el trauma que intenta juntar sus piezas, rehacerse, recrearse... renacer.

Película dura, con final duro, con toques de humor y con brochazos de drama. A veces, por más que uno lo intente no consigue superar sus traumas, su tragedia. La protagonista en un momento dado de la película comenta que "hay un límite para los traumas que una persona puede aguantar" antes de salir a la calle gritando". ¿Lo hay? ¿Cuánto podemos aguantar? ¿Cómo se vuelve uno loco?¿Uno puede ver que se está volviendo loco?


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jueves, 21 de noviembre de 2013

Idolos: Abuelita Paz.




Ermita del Espíritu Santo en  San Esteban de Pravia (construida por mi abuelo paterno)


¿Ídolos? ¿Mis ídolos? ¿Tengo yo ídolos? Releo en el diccionario de la RAE. Sí, según la segunda acepción  los tengo. Decido escribir lo siguiente.

Mis ídolos son mujeres; mujeres guerreras que a pesar de los pesares, de las penalidades de su vida, han sabido seguir para adelante, han sabido sobrevivir a su drama, a su tragedia y han vuelto a sonreír. Mujeres que han superado la muerte de un hijo, mujeres maltratadas,  violadas... mujeres que han sobrevivido una guerra a solas con sus hijos a cuestas. Mi gran ídolo es mi abuela Paz y hoy os voy a hablar de ella.

Paz, Pacita, abuelita Paz como yo la llamaba, enviudó en octubre de 1937, a la edad, si la memoria no me falla, de 27 años. Quedó viuda con cuatro hijos (mi madre era la segunda). Su marido José, su padre y un cuñado suyo fueron vilmente asesinados el mismo día en San Esteban de Pravia, Asturias. Ellos, los tres hombres habían vuelto desde Avilés a San Esteban, el pueblo donde vivían y de donde previamente habían huido de la guerra para poner a salvo a sus familias (mujeres e hijos). Alguien les había dado aviso de que la cosa ya estaba tranquila y ellos decidieron volver para comprobarlo y ver en qué estado estaba su casa.   Paz, al no tener noticias de los hombres en días, decidió salir en busca de ellos. Fue a pie hasta San Esteban y descubrió que su hombre, su padre y su cuñado habían desaparecido y que su casa había sido confiscada. Su casa, la que su padre (constructor de profesión) había construido, una casa hermosa  de tres plantas , ya no era su casa; la casa pertenecía a los "salvadores" de la patria y la tienda de los comestibles que tenían en los bajos, el negocio familiar, ya no existía. Mi abuela consiguió sacar fuerzas de no sé dónde para trabajar en pequeños oficios (cosiendo, recogiendo ocla...) y sobrevivir; una amiga la alojó en su casa durante un tiempo. Recuperó más tarde su casa, suplicándole por carta al supremo "salvador" de "nuestra" patria (para entonces ya era una sede de Auxilio social). Mi abuela volvió a reunir a los suyos: su madre viuda, su hermana viuda, sus hijos, el hijo de su hermana y sus dos hermanos que habían pasado sus respectivas condenas en campos de concentración.

No sé en qué momento exacto, en aquel lugar dónde se habían cometido torturas, se había vejado a niños etc, las tres mujeres montaron un restaurante que llegó a ser muy famoso por su comida y su ambiente, "El Peral". Venía gente de todas partes de España... Pero nunca llegaron a hacer negocio de ello. Trabajaban muy duro todas ellas y cobraban poquísmo por sus manjares. Mi abuela trabajaba larguísimas jornadas en la cocina durante el día, junto a su madre y mi tía. Ella era la última en acostarse y la última en levantarse... Cada una tenía sus horarios...

Lo mejor es que a pesar de todo lo que os he relatado aquí muy brevemente, mi abuela nunca dejó de sonreír. Nunca la oí llorar. Nunca dejó de ser simpática y agradable con la gente y hasta graciosa, pues ella tenía un punto cómico muy divertido. Y era muy bondadosa y generosa. Nunca inculcó ningún tipo de odio o rencor a sus hijos. Mi tía me explica cómo nunca le prohibió jugar con la hija de uno de los asesinos... Mi abuela supo disfrutar de los pequeños placeres de la vida... El amor de sus hijos y sus nietos, su cama, su siesta, sus flores, sus gatos, la noche...

Lo peor para mí es que nunca quería hablar de la guerra, de lo que pasó, de lo que ella y solo ella sabía... nunca abiertamente, con claridad...  y por eso ni sus hijos lo saben bien, y yo tampoco. Yo he entrevistado a mis tíos y a gente del pueblo y a mi padre, quien logró sacar mucho en limpio de otra familiar...  Siempre he querido escribir una novela, por eso hice todas esas entrevistas... y la empiezo... pero la abandono. Bajo la categoría  "Es justo y necesario" encontraréis algún pasaje de esa posible novela.

Pero en fin, eso es arena de otro costal y hoy hablábamos de ídolos. Pues bien, señores, mi ídolo es mi abuelita Paz que murió en 1985 y está enterrrada en el cementerio de Muros de Nalón, Asturias. El cuerpo de mi abuelo José nunca fue hallado.



                                         

Más textos sobre ídolos en la casa de Judith: http://darklight-judith.blogspot.com.es/


martes, 19 de noviembre de 2013

MI PERRA Y TU RECUERDO



Hay momentos que duelen
más que otros.
Los viernes a la salida del trabajo,
los días de paraguas,
la hora de acostarse, o
mi perra inmóvil ante tu puerta
esperando a que aparezcas.

Ella no comprende que tú
y yo ya no somos nosotros
más que en esos recuerdos
que nos devuelve algún sabor,
alguna luz,
alguna esquina…
pequeños gestos,
repetidos una y otra vez
a tu lado, como cuando hacíamos
tu cama o mirábamos
una película, los sábados.

lunes, 18 de noviembre de 2013

SUICIDIO EMOCIONAL



Hay  momentos en  que se hace

más difícil la ausencia.

Apetece entonces

lanzarse al vacío del abrazo,

desangrarse a llanto o

abrirse la cabeza contra

la desesperanza.


sábado, 16 de noviembre de 2013

ENTERA


Hombre,
yo no sé amar de otra manera
más que a gritos y silencios
a mordiscos y caricias
a risas y llantos
con pies y con manos.

Yo no sé amar de otra manera
que no sea rozando la locura.
Mirándote y a ciegas.

Hay otras, lo sé,
pero no me son naturales
y no quiero aprenderlas.

 

martes, 12 de noviembre de 2013

"EL MENSAJERO DE LAS SIETE LLAVES" de Neus Aguado

El mensajero de las siete llaves, 
el que nunca recuerdo ni sé cómo se llama,
me dijo los secretos de tu vientre y tu cama.
Si niegas lo que amas el amor reverdece,
si amas lo que niegas el amor te enloquece.
Busqué el libro que tus manos habían sostenido,
el de la miniatura de Jean Fouquet en la cubierta:
"Dios une a Adán y Eva" en un jardín cercado
con ángeles, animales y la fuente, estrellas y palomas,
y pensé ¿habrá un ángel, un solo ángel clandestino
dispuesto a sostener el manto del creador en el jardín
de nuestros amores cercados, donde hay agua y cielo
y un paisaje invertido como el de los antípodas
y un incansable deseo de desaparecer del cuadro?

miércoles, 6 de noviembre de 2013

PRIMERA NOCHE


Afanosos por descubrir
un palmo más de piel,
los amantes se mantendrán
despiertos hasta el alba.
- El sueño,  una absurda
necesidad  para ellos-.

Esa noche no dormirán.
¡Es tanto lo que buscan,
lo que creen, lo que aman…!

Lejos quedan aún
las noches  rutinarias,  
de distancia,  de espalda
contra espalda.

sábado, 2 de noviembre de 2013

HUELE A INVIERNO


Huele a invierno

A leña quemada

A hojas secas



A la cama de la abuela

Al arrullo de madre

A la piel del amado

huele



Huele a invierno

Huele a ausencias