martes, 13 de marzo de 2012

LA IMAGINACIÓN DE UN NIÑO

Te pienso Anna... Recuerdo que tu imaginación no tenía límites... Te recuerdo así, como a este niño de este vídeoclip, pensando mil usos para una caja de cartón. Recuerdo que bajaba a la tienda de al lado de casa, una tienda-almacén de restos de ropa interior para pedirles cajas. ¿Recuerdas cuántas cosas creaste con ellas? Las pintabas y las transformabas en lo que se te antojaba. Recuerdo en concreto un coche que hiciste con una caja de unas dimensiones bestiales. Siempre estaba por el medio, pero cualquiera te tiraba el coche... Siempre andabas con tijeras, lápices, pinturas, rotuladores, papeles y cartulinas de todos los tamaños... Bien pequeñita eras cuando un día me pediste unas bragas viejas. Tendrías unos cinco años como mucho. Yo entre asombrada e intrigada te di unas. Cartulina, pegamento, rotuladores, creo... Y.... "¡Mira mami!" Quedó un collage genial. 

Tu imaginación no tenía límites. No tiene límites.

   


6 comentarios:

  1. Los niños y su inagotable imaginación, dales un minimo material y te crearan maravillas.
    Un beso

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  2. La imaginación suele ser el mejor de los motores a la hora de jugar...a la hora de vivir.
    Un abrazo.

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  3. Este vídeo es muy escandinavo. Viendo a los niños y la casa, viendo el mar y la naturaleza estoy reviviendo momentos de mis veranos en Noruega. Allí el clima no es muy propicio pero el espacio y la pacificación del tráfico son ideales para los niños, les dan libertad de desarrollar su imaginación moviéndose por todas partes.

    Mis hijos de pequeños se cogían una canoa y remaban hasta una isla donde construian sus casas con todo tipo de trastos. Algo que habría sido imposible en nuestros pisos urbanos!

    Un beso para tu Ana, tu imaginativa Ana.

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  4. Genial, fomentar la creatividad en los niños, aunque sea con unas bragas.

    Besos.

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  5. Esa imaginación que no falte, los mios construian cada "monumento". Precioso video.
    Un abrazo.

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  6. Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo. Pues bien, dale a un niño una caja de cartón y con ella construirá mil y un elementos distintos. Lástima que con el tiempo vamos dejando por el camino esa fantasía, esa capacidad de soñar. Es una cualidad que los padres debemos de potenciar siempre.
    Un abrazo.

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