jueves, 10 de marzo de 2011

ESTE JUEVES UN RELATO: SILENCIO



SILENCIO
María agarró un rotulador de esos permanentes y se fue para la cocina. A los quince minutos ya tenía todo esto escrito en la puerta y los lados de la nevera:

silencio no me provoques cállate no me contradigas se te va la fuerza por la boca silencio en casa de mis padres ni te atrevas deja de quejarte bruja silencio no me provoques te digo tienes la boca más grande que el coño de una puta cállate que a los vecinos no les importa eso ahora llora llorona que no sabes hacer otra cosa que llorar que eres una inútil silencio  para esto mejor me quedaba en el bar que me tienes hasta los cojones que contigo no se puede ni hablar ignorante que me pones de los nervios todo el día llorando cuando no quejándote y cuando no gritando histérica que eres una histérica que no sé cómo sigo contigo que es que te parto la cara anda tómate la pastillita ya y calla

 más en casa de GUS.

21 comentarios:

  1. Tmbién podría llamarse "Monólogo", porque estoy segura que así era.
    Una parte que agrede, que humilla, que maltrata, que desprecia y la otra que cansada, vencida, sin fuerzas....calla.
    Pero ha dejado su testamento vital, su grito sin voz, su denuncia muda...
    Y se vá, pero se lo lleva por delante... en su desesperación, impotencia, rabia, odio, bueno... eso cree, porque no le quedan fuerzas más que para morir...
    Si, vá a callar para siempre.
    Descansar... la paz, el sosiego, pot toda la eternidad....

    Bueno, sin comentarios, ya ves que me he medito completamente en el papel.
    Besitos, querida princesa.

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  2. Cuanto dolor, Mar, no puedo ni respirar....

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  3. ¿ella misma escribe eso? terrible desolación, denuncia desesperada...la imagen, insoportable lo dice todo, !silencio! Un mensaje casi masoquista.
    Otra ELLA de las muchas que van surgiendo este Jueves. Mar, tú nos la describes al borde del abismo, con letras rotundas y sin paliativos que traslucen un dolor mudo, pero escrito.
    Besitos, fins aviat.

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  4. Acoso moral y psicológico, así se llama, destruir a otra persona para acaparar su voluntad. A veces se insulta, otras solo buscan el sometimiento... y al final aun sin que les pidan el "silencio", terminan callando para evitar un problema, lo peor es cuando se creen que todas esas infamias son reales y no valen nada...

    Fuerte, Mar

    Besos

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  5. Tan doloroso y tan real.

    Lo reflejas muy bien.

    Besos

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  6. Triste historia mil veces repetidas de indefensión, de anulación, de humillación, de vejaciones. Lo peor es que las víctimas, acaban por considerarse a ellas mismas poco menos que nada, perdida la dignidad y la autoestima.
    Un abrazo.

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  7. Mar terrible escuchar esas palabras una y otra vez hasta que logran lo que pretenden destruir a la mujer fisica y psiquicamente, anularla hasta creerse nada.
    Dolor el de ELLA.
    Un beso.

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  8. Me quedo sin respiración...cuánta crueldad, cómo se le puede hacer eso a un ser humano, con el que convives además. Imagino la desesperación que la lleva a escribir esa denuncia en la puerta de una nevera, única forma de sacarse tanto dolor de dentro. Es tan sobrecogedor porque sabemos que es real, está pasando ahora mismo en más de un hogar.

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  9. Un monologo bien aprendido a base de escucharlo a diariao. Suele suceder más de lo que debiera. Duro, rotundo, despiadado, desesperanzador...pero en el fondo simpre puede haber una palabra, esa que deja atras el silencio y te hace una mujer nueva.
    Un esazo querida Mar, lo bordaste

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  10. ¡Qué fuerte chica! parece mentira pero esto sucede todos los días, es terrible.
    Muy bien expresado el sentimiento de la mujer de impotencia ante la barbarie de su carcelero que es como se puede llamar a esa bestia.
    Un abrazo

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  11. NO ME ESPERABA ESTO PARA ESTE ELLA de este jeuves. pero es tan válido como cualquier punto de vista, es taan válido como cualquier característica que se escoja para hablar de ELLA.
    y en esta situación....atendiendo a tu relato no caeré en lo obvio, es decir, llamar hijo de la gran puta a...no...me interesa esta idea: ¡por qué cojones ese tipo, todos los tipos como ese no se largan y dejan en paz a la mujer? hay en este relato maltrato psicológico...no hay físico..que ya es algo. entonces, ¡dónde el placer de ver a un ser humano reducido casi a la nada? ¡acso va implícito en nuestra manera de ser algo así como el ser reductores de la personalidad humana...algo asi como gívaros de el sexo femenino?
    cada vez creo más que sí...incluso creo , al menos así lo pienso a veces, que muchos hombres no hacen lo mismo debido que una enseñanza, una costumbre, les indica que no lo hagan...me da por pensar en más de una ocasión que los hombres somos poseedores...que tendemos a querer poseer a la mujer en toda su esencia, incluso en su negación...no sé, marcita...
    besos.

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  12. Mar, esa ella...

    Petonets silenciosos

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  13. A mi mas que escribir la heladera me hubieran dado ganas de meterle el rotulador por ... la oreja digamos ya que estamos en una reunión literaria jajajaa.
    Me dió cierta angustia leer este texto, es lo que transmite y muy bien, con las palabras exactas.
    un abrazo

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  14. Tu relato es muy fuerte. Breve, conciso, preciso. Lastima a más no poder, Consigue movilizarnos, asquearnos, conmovernos y pensar... Vaya, un buen relato señora!!!
    un fuerte abrazo.

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  15. Reflejas muy bien ese acoso moral, ese proceso de degradación para la destrucción de ella. Ni llorar le es permitido. Degradación que inflinge un ser que indudablemente está en sí degradado, degenerado.
    Un abrazo con el deseo que estas situaciones desaparezcan de este y cualquier mundo.

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  16. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  17. -No te enfades...
    Yo me he impacientado a veces con mi madre.

    Veo esa desesperación que el estrés provoca por las calles.
    Nadie se imagina, que el infierno se ha instalado en su cabeza.
    Los ansiolíticos, ciertamente a mí han ayudado. Pero consumidos en dosis mucho menos frecuentes de aquellas que un´médico me ha recetado.
    Y además, tiene que pasar algo de tiempo. Incluso meses.
    Una salida habrá sido haber abandonado el domicilio familia e instalarse a ratos en pensiones y a ratos en la calle.

    También les ha sucedido a las mujeres, por lo que veo en eas colas de los comedores. Pero menos. Algunas huyen del acoso masculino. Muy asociada a todo ello, la alcoholemia.
    El tiempo, efectivamnetne cura la demencia en algunas ocasionesPero esas drogas que dan los epsecialiestas habrán debido ser tomadas con muchisimo cuidado.
    ¡, nunca me ,que llegaría a comportarme de un modo tan violento! ¡Esta es frase recurrente!
    Haber apelado a mis buenos sentimientos y razones no era, sin embargo suficiente.
    Desesperación, remordimientos, rabia, violencia y decaimiento... estos han sido mis estados de ánimos en momentos sucesivos.
    Por lo deám, a veces me pregunto si mi vida hormonal tiene sentido.
    ¡Ay, esos centro de dolor hiperactivos!

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  18. Terrible Mar la situación! Los personajes encerrados en un círculo vicioso. El agresor que no sabe ni quiere manifestarse de otra manera, que descarga su propia frustración de la peor manera aprendida. No soporta nada, todo en relación a ella le fastidia, no esta dispuesto a escucharla ni hacerle ninguna concesión. Hsta su presencia le molesta. Y ella, degradada hasta para pensar con claridad y buscar manera de salir. Alguien deberá romper con ese círculo, y deberá ser alguien de afuera que abra una puerta en ese enclave de destrución.
    Tremendo por lo conmovedor. Bueno y breve, dos veces bueno.
    Besos Mar

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  19. Duro y de carrerilla, asi, de golpe por si acaso alguna coma lo pudiera dispersar o minimizar.

    Ya es un paso escribirlo, más que nada para recordarlo cada vez que se beba una Coca Cola.

    Besos

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  20. Duro no, durisimo y a veces tan real que da miedo pensar que pasaria cuando ël lo leyera.
    El tiempo de escribirlo debería invertirlo en preparar la maleta y desaparecer recuperando la libertad y la autoestima.
    La sociedad debría estar mas atenta a esos signos premonitorios.
    Un beso

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  21. Buen relato, Mar. Fuerte, contundente de esos que notas en la boca del estómago haciéndote SENTIR el dolor, el miedo, el gran vacío bajo los pies. Qué gran locura....

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