PARA QUE TÚ ME AMES
Para que tú me ames
no hace falta mucho
pero hace falta todo.
No hace falta mucho.
Es como el último pestañeo antes
de caer dormido.
Es como el último ardor antes
del primer beso.
Pero es también
como el último pulso
del cuerpo del suicida
antes de ofrecerse al vacío.
Hace falta todo.
Para que tú desees coger el
primer tren que te traiga a mí,
sin importar la hora
sin importar el dinero
sin importar la ropa
sin importar el sueño,
para que tú lo desees,
no hace falta mucho.
Es cambiar un te quiero mucho
por un te amo.
Ni la mitad de las letras,
mas es el amor elevado a infinito.
No hace falta mucho
pero hace falta todo.
Para que tú me ames,
no son necesarias
ni tan siquiera
esas dos palabras.
No es necesario nada.
Ni valor tan sólo.
Sólo que tú lo sientas.
Es tan simple como eso.
No hace falta mucho
y hace falta todo.
Lo sé.
Y sin embargo
mi esperanza es obstinada,
ciega, soñadora, temeraria,
sorda.
Aunque tú grites
un te quiero
y no pronuncies un te amo
ni lo susurres, ni lo actúes
ella no te escucha.
Y me entretiene
tejiendo versos
mientras espero
el milagro.
(marzo 2010)
¡Vaya!, esto me ha emocionado, si, estoy muy tonta últimamente, pero es que el poema es precioso, perfecto, tus palabras hablan por mi alma, muchas gracias por dedicármelo, un detallazo!!!, miles de besossssssssss.
ResponderEliminarLindo regalo para quien lo siente tan propio.
ResponderEliminarUn abrazo!
No existen los milagros, que se lance nuestra protagonista a buscar el te amo. Me gusto el poema, no hace falta nada y hace falta todo, me gustó.
ResponderEliminarUn te quiero y un te amo, decirlo y demostrarlo.
ResponderEliminarBonita dedicatoria.
Besos y buen fin de semana.
Qué bien juegas con los adverbios. Tejer versos, ¡qué bonito!
ResponderEliminarUn placer leerte.
BESOS
La esperanza mantiene la ilusión y seguro, que pronto llegará el milagro.
ResponderEliminarCautivadores versos.
Un abrazo.
Maat
Susus ha sido un placer. ¡Me emocionó tanto tu comentario!
ResponderEliminarGracias a todos. Lo escribí hace unos meses para alguien que distinguía entre querrer y amar. Creo que he aprendido la lección. Aunque como bien observas Verónica, más que palabras, que a veces confunden a quien las escuchan, son necesarios actos que demuestren.
Besos y abrazos.
Mar
Mar, querer no basta para amar, es cierto, hay que tomar ese tren a la hora que sea, subirse a él y amar con la voz y la piel.
ResponderEliminarBellísimo regalo para Susurros, a las dos, amigas, un besitooo.
Pues a mí me llega lo que escribes.
ResponderEliminarIlusos somos cuando esperamos que los que dominan el mundillo literario "oficial" se fijen en los que no pertenecemos a él.
Pero, qué más da. Nosotros necesitamos escribir y lo hacemos. Ahí queda, y a alguien le llegará, tarde o temprano. Y si no, pues "que nos quiten lo bailao".
Tu poema es muy hermoso.
Besos.
Gracias Natàlia. Veo que tú sabes del significado de los dos verbos. Un besito.
ResponderEliminarGracias Juan Carlos. Supongo que te refieres al comentario que dejé sobre tu poema en tu blog. Exactamente me dijo una mujer que conocí el sábado y que también le da a la poesía. que no dejara de escribir, que a lo mejor le llegaba a dos y a esos, o de esos, a uno, le poedía cambiar la vida. Bueno, tampoco es eso, no aspiro a cambiar la vida de nadie :)
Besos y sonrisas para ti.
Mar
Si esta es tu aportación para el jueves que propuse en casa de Gus, qué mas voy a decirte, puede que no cambies mi vida con tu poema, pero si que la describas mejor que yo y eso es perfecto para seguir escribiendo, no voy a darte un consejo, no nos conocemos tanto, pero como lectora incansable y amante incondicional de la poesía si te voy a pedir un favor, no la abandones tiene tan pocos "amantes"...miles de besossssssssss.
ResponderEliminar