martes, 17 de agosto de 2010

BOCAMAR 'O9

Hace un año volví a Asturias, a la tierra de mi madre y de alguna manera ese regreso significó un rencuentro conmigo misma. Hasta casi los veintitrés años, pasaba todas las vacaciones de verano en el pueblo de mi madre San Esteban de Pravia (o San Esteban de Bocamar o Bocamar como la llaman algunos). También viví allí un año, un curso escolar. Mis padres pensaban en quedarse a vivir allí, pero finalmente volvieron a Barcelona.
Lo que quería explicaros es un poco el por qué de este poema que dejo más abajo.
Lo que quería contaros es que a la vez que sentí que me reencontraba, me di cuenta que nunca podría exactamente reencontrarme. Yo ya no era la yo-niña de antaño, ni la adolescente, ni la mujer que en alguna otra ocasión había creído ser. ¿Quién era yo? Todas esas mares iban en mí, pero ya no era ninguna de ellas. Me había transformado en otra nueva mar igual que aquel pueblo era y no era el mismo. Igual que la casa de mi abuela era y ya no era aquella y los olores que allí permanecían ya no sabían a lo mismo. En toda aquella constatación de no permanencia, el amor me sorprendió incauta; llegó a mí inesperado, como cuando una ola te sorprende... Lo reviví de nuevo y  lo viví por primera vez... yo ya no era la enamorada de otros amores... mis ojos, mi voz habían cambiado. Y yo escribí un poema, un libro, para contarlo.




BOCAMAR '09

Pensaba que era volver, una vez más,
volver a la otra tierra
-mi corazón siempre dividido-.

Volver
al mundo y la casa
de ellas, mis abuelas.
A los muebles que señalan
su ausencia.
Al eco de su silencio.

Volver
al mundo y la cuneta
de los desaparecidos,
mis abuelos.
Al árbol que señala
su presencia.
Al eco de los disparos.

Volver
a la  patria herida
de muerte eterna,
marcada para siempre por
insalvables trincheras invisibles.

Pero fue más.
No fue sólo volver.

Alcanzar la otra mar, la fría,
la de mi norte, la de mi madre,
ya no extraña y asustada
niña,
sino, valiente yo,
mi voz recién hallada.
Libre
volver a su útero de agua salada,
amamantarme de su rugido
atávico de vida.

Era mucho más.
No era sólo volver.

Era ir
para estar y ser.
En mí,
la niña y la joven de
otros entonces,
pero ya también la mujer de
este ahora,
que sin patria ni tierra,
y el corazón habitado
por esperanza,
llegaba a
otro mismo lugar.

No era sólo volver
y Amor se me cruzó
en el camino
para asegurármelo.

 (De Con tus ojos mis ojos)


8 comentarios:

  1. Precioso!..me gustó mucho el clima que has conseguido con tus versos.

    Un abrazo.

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  2. No pertenecemos a un sólo lugar, a un sólo paisaje, a una sola cultura, a una sola persona. En nosotros está la huella profunda unas veces y liviana otras, de todas las vivencias y cada una de ellas ha ido modelando el conjunto de lo que somos.
    Precioso poema.
    Un abrazo.

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  3. Nunca se vuelve al mismo sitio del que se partió y menos mal, es señal de que evolucionamos.
    Lo has reflejado muy bien tanto en el texto como en este bello y sentido poema.

    Besos de mar.

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  4. Neogeminis, gracias por estar siempre ahí y siempre animándome.
    Pepe, como siempre acertadísimo en tu comentario. Lo que comentas tan bien, el verano pasado lo sentí vivamente en mi ser.
    Isabel, como bien dices, menos mal sí. ¡Qué alegría evolucionar! Crecer. Lástima el deterioro físico. Ja ja ja.
    Besos de mar para los tres.

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  5. También me gustó mucho tu poema.

    La explicación previa aclara los motivos que todos tenemos para tomar decisiones. No solo porque se cruzara el amor en tu vida hizo que no regresaras a Asturias, si no que se cambia el modo de entender lo que sucede a nuestro alrededor.

    El próximo concurso al que te presentes lo ganarás (guiño).

    saludos.

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  6. Hola Lemaki. ¿Ya nos habíamos leído? No se´, pero no lo recuerdo. En cualquier caso, bienvenido por esta casa y gracias por tu comentario.
    Un abrazo

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  7. Sabina dijo, que al lugar donde de has sido feliz no debieras tratar de volver. Uno vive protagonizando nostalgias, años mas adelante, este momento que estamos viviendo, es probable que nos parezca maravilloso; entonces ¡Disfrutémoslo!

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  8. ¿Gambetas de lana? Curioso apodo. Bienvenido a mi blog. Buscaré si tienes uno para leerte.
    Sabina no es santo de mi devoción. Claro que para nada es santo, ¿no? A veces vuelves a los viejos lugares por obligación, por costumbre o simplemente poque parte de tu familia sigue ahí.
    Pero sí, estoy de acuerdo. Muchas veces :"uno vive protagonizando nostalgias" ¿La frase es de Sabina o tuya? ¡Menuda frase! Me encanta.
    Un saludo y hasta la próxima.

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