ME DESVELÉ. Habíamos discutido. Me amenazaste. Me escupiste. Me insultaste. Me aniquilaste…
Me acurruqué en la cama para no sentir más que un tremendo portazo. Después nada más. Tu silencio y mi llanto. Durante horas anduve rumiando adónde habías ido, dónde podrías estar.
Después, durante horas maquiné tu muerte.
A las ocho de la mañana salí de casa. Dejé la puerta abierta. Me he llevado todo el tabaco y el bote de las monedas. No me busques. Esta es una nota de despedida. No quiero saber nada de ti. Para mí ya no eres nada. Estás muerto.
Lola
Más historias en casa de GUS.
Mar, a Lola le bastó matar al canalla con la ausencia, sin sangre, con olvido. ¿cuantas Lolas se resignan y esperan sometidas el golpe de gracia? ¿Cuántas pillan el cuchillo jamonero y despachan al cerdo? Pocas de esas, más de las primeras, hay muchooo cochino suelto. Buen castigo, sin tabaco sin perras chicas, pero me sabe a poco.
ResponderEliminarBsitooo desde la mar, que os leo según prometí, entre bañito y bañito, merece mucho la pena.
Natàlia, gracias guapa. Ya veo que eres persona de palabra. Tú lo prometido. Y ¡entre bañito y bañito! Eso sí que es dedicación.
ResponderEliminarDisfruta del mar. Besos.
Ahisss si pudieras hacer eso recoger nuestras cosas y lanzarnos a la calle y asi como quien no quiere la cosa dejarlo como muerto, que facil seria desprenderse de un amor no correspondido, ja ja
ResponderEliminarMuy buen relato.
Primavera
Qué feo llegar a esos extremos de intolerancia!..nadie puede dormir sereno después de una noche de esas!y más vale poner punto final a la historia, aunque sin tener que matar, se entiende! jejeje
ResponderEliminarUn abrazo.
Lola, has tratado en pocas y justas palabras absolutamente concisa el tema del maltrato, que a mi entender es una de las mas terroríficas historias para no dormir.
ResponderEliminarSalud2 y besos
Esta es la historia para no dormir, la del maltrato, que sufren miles de mujeres, de forma silenciosa, sumidas en el miedo, todos los días.
ResponderEliminarBien por Lola, poniendo tierra de por medio.
Sueño con el día en que desaparezca esa lacra que nos hace sentir vergüenza ajena a los hombres.
Un abrazo.
Mi querida amiguina:
ResponderEliminarEstoy en el campo durante el verano. Tengo una conexión a internet, bastante precaria, por lo que me dedico sobre todo a leer. Casi no escribo.
Este relato tuyo es triste, pero por desgracia, bastante real.
Un beso y todo mi cariño para ti,
Estoy de acuerdo con los anteriorescomentarios.
ResponderEliminarNo ha hecho mucha falta un relato enorme, para que todos, aunque sea con la imaginación, sintamos el terror de los malos tratos...
Lola no le ha dado oportunidad de una segunda ocasión, después de promesas y arrepentimientos.
Fuera.
Se acabó.
Muerte al miedo.
Un besito
Primavera:
ResponderEliminar¿De un amor no correspondido, dices? Bueno, éste más que no correspondido es un amor bien jodido!
Sí, es muy difícil coger y largarse porque se crean vínculos de dependencia incomprensibles. El maltratador suele saber buscarse sus víctimas entre gente con autoestima baja o bajísima, que aguanta cualquier tipo de relación porque es lo único que tiene. El miedo hace otro tanto. En los amores no correspondidos suele pasar lo mismo, a otro nivel , claro. ¡Uy! Perodna el rollo es que este tema me toca mucho. BIenvenida a esta mi casa; me acerqué a la tuya un poquito ayer. Te iré leyendo. Un abrazo.
NEOGEMINIS:
ResponderEliminarSí, claro, mejor no matar. O matar así, como Lola; ignorando al otro. Lo difícil es tomar la decisión. A algun@s puede llevarles años.
Un abrazo
MEDEA:
¡Qué gracia! Te diriges a Lola, al personaje. Bueno, en nombre de ella te diré que sí que fue terrorífico y que eso que aquí dejo Lola fue una noche... pero fueron muchos meses, años de terror. Hasta que ella se vio a punto de convertirse en una asesina... y se dijo: NO.
Normalmente mis textos son larguísimos. Soy una rollera, pero sería que estaba perezosa, o que el tema era duro, o que había poco tiempo y salió así.
Besos y hasta la próxima. Bienvenida a mi blog. Prometo pasarme por el tuyo.
PEPE:
Entiendo lo que dices de la vergüenza ajena.
¿Pero sabes? He conocido hombres que también sufren maltrato. Quizás no físico, pero verbal y psicológico. Es tan horrible como cualquier otro maltrato. Y lo peor, al menos lo que yo he vivido, es que puedes acabar convirtiéndote en maltratador tú también. Aprendes a no querer a esa persona, a no cuidarla, a no atenderla ni escucharla, a no respetarla, a insultarla, a ridiculizarla, etc. Te conviertes, ante todo, en maltratador de ti mismo.
Me costó entender que no todos los hombres son iguales.
Un beso y un abrazo muy fuerte. Gracias por ayudarme a reflexionar, Pepe.
CELIA:
¡Cuánto me acuerdo de ti! Me han pasado tantas cosas en estos últimos meses. Ha habido de todo... Tengo que escribirte. Gracias por hacer el esfuerzo desde tucampo (qué envidia!) yescribirme. Al final no fui ni iré a Asturies este verano. Si no, claro, te hubiera llamado.
¿Te dije que no gané el concurso de poesía aquel?
LUNA:
Ante todo déjame que te dé la bienvenida. ¿Luna es tu nombre real? ¡Qué foto de presentación má linda! Bueno, ya me pasaré por tu blog. Te iré leyendo. Me encanta tu frase "Muerte al miedo". Un abrazo y hasta la próxima.
Miles de besos amiguina.
Celia: Miles de besos amiguina, que me había despedido de ti así pero no sé por qué esa despedida se fue para Luna.
ResponderEliminarLuna: también a ti mil besos, ¿eh?
Esto si que es una historia de terror!!!, al maltratador un minuto de perdón, pero mil años de soledad!!!, miles de besosssssssssss.
ResponderEliminarBesos Susus.
ResponderEliminarLas agresiones psicologicas son tan grave como las fisica,tu venciste un miedo,te fuiste para nunca mas volver.El planton,como puñal,tambien cumplio su fin.
ResponderEliminarcariñitos
Hay una partida inesperada, una corrida hacia otro lado, lejos de todo eso que atormenta, asusta, corre, corre....que el viento siempre es el aliado que nos permite tomar vuelo para viajar a los lugares más felices! besos
ResponderEliminarAfortunadamente en tu historia, no pasa nada irremediable.
ResponderEliminarAl menos por ahora.
Detrás sin duda está el abuso.
Queda, pues en suspenso un desenlace.
Tésalo
Yonki, Gastón y Tésalo:
ResponderEliminargracias por pasaros por aquí. Creo que, como dice Yonki, tomar la decisión de marcharse un primer paso y quizás el más grande: vencer el miedo.
Saludos
mar...
ResponderEliminarme he levantado a las 10...he tomado mi cafe...dos madalenas para pasar mis pastillas...pague en el bar...hice la comida ...me duche...subi al pc...mas sabes?...morí anoche por efecto del corazon roto...
mil besos, mar martin.
¿CÓMO?????????????? ¡Ay! Mi niño, ¡no me asustes! ¡No me asustes, mi niño! ¿Qué o quién te rompió el corazón? Habremos de buscar una super tirita.
ResponderEliminarBesos mil
jajaja, Mar, es cierto, me dirigí a Lola pero solo fue un despiste, pero gracias a ti recordamos aunque sea un momento que hay muchas Lolas a las que el miedo atenaza y no son capaces de salir corriendo dejando atrás a ese monstruo que después del arrebato jura amor y jura que no volverá a suceder...no hay un buen final para esta historia tan triste y tan real.
ResponderEliminarUn besito
¡¡Ah!!un besito tambien para Lola jeje