Recuerdo la última luna que me brindaste. Asomados a tu ventana, la contemplamos apenas unos instantes. Estaba espléndida, completa, prometedora. Deberíamos habernos quedado allí. El tiempo debería haberse parado ahí. Yo quería creer que volvíamos a estar juntos, indivisibles; tú, extensión de mi cuerpo y yo del tuyo. En comunión nuestras almas, aunadas con ella también, la luna; vibrando a su luz... como en nuestra primera luna llena juntos. Pero sólo fue un sueño; un sueño corto. Sólo duró una luna llena.
Guau! qué belleza de imagen!...y las letras acompañan perfectamente esa atmósfera tan especial!
ResponderEliminarUn abrazo
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ResponderEliminarCon esa maravilla de luna llena, al menos ha durado lo que podía durar. Las dichas son efímeras...
ResponderEliminarPreciosa imagen.
En esa luna plena os reflejávais, la belleza nunca dura mucho, por eso la deseamos tanto y la añoramos.
ResponderEliminarBoniques paraules per una imatge mágica.
Petons marineta.
A veces es corto el amor, pero queda en el recuerdo.
ResponderEliminarBesos.
Precioso, he recordado momentos donde también he contemplado tanta belleza con la persona amada. Deseo que vuelvas a hacerlo. Mucha suerte.
ResponderEliminarLo que dura la luna, de luna a luna, ¿porque lo bonito dura tan poco?
ResponderEliminarUn abrazo Mar.
Comunión entre texto y foto...común-unión!
ResponderEliminarFeliz Navidad, amiguina.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hablamos?
celia