jueves, 8 de julio de 2010

ESTE JUEVES UN RELATO DE AMOR




4 PAREDESy 24 HORAS EN LA CIMA DE UN VOLCÁN

“Who were we to think we could act as pioneers”
Jude The Obscure, Thomas Hardy.

No fue hasta al cabo de un año de conocerse cuando un día, en un descuido, la pasión se les desbocó.

Ella: quince años de matrimonio y unos hijos a los que amaba con locura. Con un buen trabajo, relativamente independiente.... Pero sola, harta de vivir del recuerdo de un amor ya muerto. Sin nadie a quien enseñar su alma. Sin nadie a quien escuchar el alma. Hacía mucho que el hastío se había instalado en su cama; mucho que se aburría inventándose una pasión inexistente por su esposo. Había dejado de creer en el amor. Hasta un día, cuando delante de una copa de vino, decidió sostenerle la mirada a un compañero de trabajo que tenía delante y que la estaba escuchando. Al asomarse al abismo de sus ojos, se sorprendió furiosamente atraída y decidió precipitarse al deseo. Borracha de lo prohibido, se sintió libre y se ofreció a aquel hombre pequeño que la hacía sentirse bella y poderosa.

Él: otros tantos años de vida en común con una mujer lindísima, sin hijos. Extranjero, joven, con un buen trabajo... Pero frustrado y ansioso no sabía por qué... A la deriva. Hacía mucho que la rutina se había instalado en la vida de la pareja; mucho que habían dejado de fundirse el uno en el otro. Por las noches, se abrazaban como hermanos huérfanos para dormirse. Sin darse cuenta, él dejó de amarla y ella se convirtió en su mejor amiga para él. Se olvidó del amor hasta un día, un jueves, en que se estremeció sin previo aviso cuando descubrió en los ojos de una mujer sola la pasión que nunca antes nadie le había regalado. Ese día se volvió loco por esa osada que lo hacía sentirse más grande que nunca. Y aunque asustado, supo que estaba dispuesto a amarla sin condiciones.

Durante meses jugaron a hacerse el amor con ojos y palabras. Eran como niños cándidos, ignorantes del peligro. Intercambiaban poemas y canciones como adolescentes enamorados del amor, enajenados, idolatrándose el uno al otro. Pero ella nunca podría abandonar a sus hijos y detestaba la idea de convertirse en una adúltera. Y él, a su manera, no podía dejar de amar a aquella mujer que tanta amistad le había regalado. Ninguno de los dos quería caer en la vulgaridad de un adulterio y manchar un amor tan delicadamente puro. Así estuvieron meses, aterrorizados por un sentimiento de culpa devastador, intentando controlar la furia de su deseo incendiario.

Pero ayer, hoy, se rinden ante su locura. Se han subido a un taxi que los lleva a casa de él. Y helos aquí ilusionados, camino de su primera huída, decididos a amarse con manos, sexos, pies... Dispuestos a firmar una declaración de amor sobre sus pieles. En el taxi se abrazan y se besan escandalosamente hasta que el conductor les llama la atención. Paran entre risitas. Y finalmente llegan a su refugio. Y suben las escaleras a vuelo y él torpemente introduce la llave en la cerradura. Y encienden las luces. Y se miran. Se escudriñan. Y de repente… ¿Cómo ha ocurrido? ¿Qué les pasa? Empiezan a sentirse incómodos, extrañamente voraces e inapetentes a un mismo tiempo. Y siguen abrazándose y besándose durante unos segundos más, pero ya mecánicamente... porque el cerebro ha pisado el freno... ¡Qué estúpidos! Por un momento se habían creído capaces de esquivar el sentimiento de culpa, ese brutal asesino que agazapado en sus conciencias, sigue de cerca sus movimientos. El miedo los coarta apenas comenzaban a desnudarse. Los besos y las caricias se acortan, se distancian, se paran. Sus sexos se repliegan. Se entregan entonces a un abrazo doloroso en el que intentan arroparse contra el helado desasosiego que les produce la inminente separación. Así se están un largo rato, acunándose en el llanto por la injusticia, por la catástrofe de su destino. Hasta que llega la hora en que ella debe marcharse.

Siempre lo mismo, se lamentan. Despedirse dejando el fuego mal apagado. Contener la emoción; vivir su amor siempre a escondidas y a medias; estremecerse entre prisas y culpas. Sólo les queda, una vez más jugar a las citas imposibles: se verán esta noche en sus sueños; en la cara oculta de la luna; en mitad del océano; en la cima de un volcán... ¡Ay! ¡Si tan sólo pudieran tener un día entero para ellos! If only... Un día de veinticuatro horas enteras para ellos, en el que desnudos de compromisos, de memoria y de conciencia, se pudieran devorar sin pausa, saciar el uno del otro, ante la mirada de cuatro paredes vacías, un techo y un suelo. Ellos, solo ellos, desnudos hasta de sus nombres durante veinticuatro horas. 24 hours. Abastecidos de labios y ojos para 24 horas. 24 hours.


(Para G.P., dondequiera que esté.)

MÁS RELATOS DE AMOR EN EL BLOG DE GUS:     http://callejamoran.blogspot.com/

14 comentarios:

  1. Mar
    que precioso relato sobre el amor prohibido, aquel que se sustenta a base de excitación, de misterio, de instantes...pero con ese sentimiento de uclpa acechante que puede destruirlo todo.
    Enhorabuena.
    Besos

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  2. Creo que has reflejado a la perfección, la situación que viven miles de parejas en las que la amistad, la camaradería, ha sustituido al sentimiento del amor. En esa situación, aunque encuentren el amor fuera, en la mayoría de las ocasiones les cuesta dar el paso de abandonarse a lo desconocido por mucho que les atraiga por no hacer daño a la persona con la que han vivido tantos años.
    Un abrazo.

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  3. No, no es fácil desnudarse; sobre todo para los pobres: el amor es un lujo muy caro. Pero nada es imposible si se le encuentra disculpa; finalizada la ejecución, el verdugo suele ser la persona más tranquila.

    Bikiños

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  4. Que queres que te diga amiga,me gustò.Un sentimiento de culpa que carcome y termina doblegando al mas osado.Disyuntiva de vida en la cual muchos mortales caen y cada uno a su manera resuelve,cruce de caminos como los hay tantos,éste en particular,tiene varias derivaciones en otras personas,tanto mas dificil pues.

    cariñitos,ramo de petuñas

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  5. ¿De dónde vendrá ese devastador, despiadado, sentimiento de culpa? Amarse desearse para salir del tédio, para recuperar pasiones, en la cima de un volcán que no se apaga, pero que explota cual lava venenosa y les aplasta con la culpa.
    !Qué injusta la vida a veces! Cuanto pecado, remordimiento nos frena a ser nosostros mismos, a encarar con valor aquello que verdaderamente queremos. La cotidianidad, frecuentemente, nos convierte en mansos corderillos, en ovejitas sumisas, mientras pasan días y noches sin ser de verdad sin vivir ciertamente aunque solo sean 24 horas. Ninguna decisión es fácil, menos las que implican a terceros, hay que verlo también así, porque al actuar actuamos en otras personas. Poner en el fiel de la balanza lo uno y lo otro, complicado, doloroso.
    Mar, un relato que me ha subyugado, bien resuelto, intenso de verdad, creible. Felicitaciones, bsitos.

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  6. La culpa ... que tema. Si pudieran perder la memoria por 24 horas, solo 24 horas y sentirse libres para estar uno con el otro como si no existiera nada mas. Lástima que no se pueda eh?
    Me gustó eso de "firmar una declaración de amor sobre las pieles", hay frases muy buenas en tu texto. Me gustó, me atrapó, me llegó la historia.
    Te mando un abrazo

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  7. Increible! In-cre-i-ble! un buen argumento....un amor de culpables....me encantó, es fascinante, sus vidas, tan nuestras...genial...
    me encantó realmente...
    te invito a pasar por mi blog: www.gastondavale.blogspot.com

    un beso!

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  8. La motivaciòn siempre ha estado en mi vida en mis carencias.
    Mi búsqueda, si no es ha sido lo bastante prolongada, a mì no me da satisfacciones.
    Ha sido, por tanto, el transcurrir del tiempo... tan definitivo, tanto incluso como a mì me han producido mis anhelos...

    Buen relato.


    Tésalo

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  9. Tanta culpabilidad asfixia, pero ¿y el miedo? ¿No hay quizás un miedo a ser feliz?

    Me ha gustado mucho tu relato, Mar.

    Besos

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  10. "Un día de veinticuatro horas enteras para ellos, en el que desnudos de compromisos, de memoria y de conciencia, se pudieran devorar sin pausa, saciar el uno del otro, ante la mirada de cuatro paredes vacías, un techo y un suelo. Ellos, solo ellos, desnudos hasta de sus nombres durante veinticuatro horas. 24 hours. Abastecidos de labios y ojos para 24 horas. 24 hours."
    p0r diversas circunstancias he de besarte los pies, las manos y hasta tu alma...¿me permites decir como yo digo, como mmi habla dice cuando se expresa?
    si ..
    eres , en este texto, una mariconaza guapa...
    has llegadome hasta ahi, hasta el frio corazon que tengo en muchas ocasiones para esto del amorr...
    mi besos, mar.

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  11. Hola a todos. ¡Qué alegría ver que os habéis pasado por aquí! He estado trabajando a tope, jueves y viernes y el viernes por la tarde me fui fuera... No a un volcán, no. A una nube. Y ¡claro! No había ordenador, ni internet, ni cobertura para el móvil siquiera. ¡Una gozada! Por eso me perdonareis que no haya pasado por vuestros blogs a leer vuestros textos. Me aplicaré a partir de hoy. Lo prometo.
    Y sí,como todos comentáis, amor prohibido, culpabilidad, y también, el cariño a un tercero como bien comenta Pepe, que te mantiene sujeto, dependiente, en una vida vacía y tediosa...
    NaATÀLIA: con tu comentario he aprendido una palabra: "el FIEL de la balanza". Interesante que "fiel" tenga esa acepción. Más siendo yo "Libra" (balança), y como buena Libra (ascendente Libra!) tan preocupada en el punto justo, equilibrado. La fidelidad es un tema que da para mucho... y con esa palabra que aquí dejas se podría jugar mucho. GRACIAS.
    TÉSALO: Te lo he de decir porque si no reviento. Muchas veces no entiendo tus comentarios. Este tampoco. Perdóname; me gustaría poder decir algo al respecto...
    GUSTAVO: Todo lo que me dices me encanta pero lo de "mariconaza" me horripila, sinceramente. Me cuesta tomármelo como un cumplido. Lo tapo y me quedo con el resto, ¿vale? Y gracias de nuevo, por tu labor.
    ISABEL (NADIE): Siempre dando en mi diana. ¡Ay! ¡Cuánta verdad en tus palabras! A veces es sólo miedo a ser felices lo que en verdad nos paraliza. Enganchados a una vida de sufrimiento, adictos a la "adrenalina" que nos da estar en crisis perpetua, no vemos otra cosa posible. Incluso creamos más crisis, la prolongamos... Todo porque no nos creemos merecedores de la felicidad; ni capaces de mantenerla y perpetuarla. El sentimiento de culpabilidad extiende sus patitas con tentáculos para atraparnos. Lo consigue y nos asfixia, sí.
    GASTÓN: Bienvenido. Claro que me pasaré por tublog. Un abrazo.

    El relato esta en un libro que espero que algún día pueda ver publicado. De momento, estoy peinándolo y se llama: "Al Amor no se llega en taxi".
    Un abrazo para todos, solidario (lo digo por lo de la entrada del viernes) y fuerte.

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  12. El amor tiene tantos matices!!!, sostenerlo platónico duele hasta la piel, ir en contra de la propia conciencia lo mancha en su perfección, con lo difícil que es amar y que te amen y cuando se encuentra hay tantas cosas que pueden mancharlo, que sigo asombrada de que se le siga "cantando", al igual que el de Rosa
    es un relato duro, o simplemente toca alguna fibra de este romántico corazón extraño, miles de besosssssssss.
    Pd, me gustó tanto tu poema que quería que fuese tu aportación al jueves, pero niña, sabes superarte!!!!, más besosssssss.

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  13. Gracias Susus. Miles de besos para ti y tu romántico corazón. Lo de extraño, permiteme que lo dude. ¡Hay tantos! Entre ellos el mío :)

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  14. Few things break one's heart like an imposible love. The fact that everything you feel can never find its full expression is one of the saddest things that can happen to a person. I know because I have gone through it. I could write more but here is a link to a song about a love that could not be. The lyrics are beautiful yet so sad at the same time:

    http://www.youtube.com/watch?v=PPs_jSe9XYI

    I hope you like it.

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