jueves, 27 de mayo de 2010

ESTE JUEVES UN RELATO: VIAJES EN EL TIEMPO.



VIAJE AL AÑO 1968

Durante dos años no hizo otra cosa que no fuera ahorrar. Todo con el objetivo de pagarse las sesiones de hipnosis con la Dra. Ariadne Freudwoman, en Suiza. Se la había recomendado una amiga suya y, además, había leído sobre ella y sus terapias en la revista semanal “Psychologies” y en Google. Definitivamente valía la pena ahorrar para poder pagarse el viaje, la estancia, las sesiones. En enero de 2009 ya tenía la cantidad suficiente. Lo planeó todo para irse en julio. La doctora le había hablado de tres sesiones en su caso.
Su caso, lo suyo, no le parecía diferente a otro que ya había tenido allá por el 1999. Lo extraordinario era que aquella mujer en lo que más insistía era en preguntarle si le asegurarba un porqué, una razón que justificara su mal. Estaba obsesionada con saber el porqué de su problema. No le importaba tanto su sanación, como entender los motivos de su conducta en la cama. Le bastaba con entender por qué, ella que tenía clara su inclinación sexual, que se sentía atraída por casi todos los hombres, que se encendía con facilidad cuando un hombre se le acercaba provocador, que era capaz de sentir deseo y pasión, de notar su cuerpo ardiendo, su sexo hinchado de desazón, por qué, por qué al final se venía abajo. Con todos sus amantes se había repetido la misma secuencia: los deseaba –nunca sentía amor-, los seducía –casi siempre empezaba ella-, jugaba… Pero al final, nunca consumía. ¡El final! ¡Qué desastre! Un día vomitó encima de uno de aquellos hombres; otro se abrazó a él cual lapa a una roca en la costa, para llorar amargamente y no lo soltó hasta que el chico en cuestión pilló un ataque de pánico, pues pensaba que estaba dentro de una vagina devoradora… El colmo fue con el único novio que tuvo. Fue decirle él que la amaba, para ella empezar a abofetearlo. Esa fue la última historia que tuvo ella. De eso hacía más de tres años. Desde entonces estaba sin acercarse íntimamente a un hombre.
La doctora le dijo que ella, una vez hipnotizada, lo contaría todo; posiblemente también lo escenificaría. No recordaría nada al despertar, simplemente estaría curada. Pero como ella exigió saber el por qué, la doctora le relataría todo luego; lo visto y lo escuchado. Si no quedaba claro (por su experiencia lo dudaba) lo interpretaría.
En las dos primeras sesiones no hubo sorpresas. La paciente viajó en el tiempo y enlazó todas sus aventuras sexuales con diferentes hombres en una cadena que se extendió hasta llegar a la tierna edad de 15 años, cuando el chico de los recados de la tienda de Anamari la desvirgó en la despensa de casa al llevarle el encargo de los sábados.
En la tercera sesión todo se resolvió cuando volvió a ver la cara que recordaba de algunas fotografías abandonadas en la caja de fotos de su madre. Estaba en el piso de arriba, en el sofá, serio como siempre, la mirada perdida. Tendría él cerca de los setenta y ella, seis años. Era el año 68; aún no sabía ni de dónde venían los niños. Jugaba con Albertito, su Nenuco, cuando la madre le dijo que ya era hora de dormir, que subiera. Su cuarto, el de todos, estaba arriba. Ella tenía miedo; no le gustaba subir sola; la oscuridad, el silencio, los fantasmas… Pero su madre aquella noche no cedió a sus ruegos y no subió a acompañarla. La convenció diciéndole que no se preocupará que arriba estaba el tío Mariano, que él era especialista en alejar fantasmas.

16 comentarios:

  1. Impresionante relato. Justificado viaje al pasado para sanar tan graves heridas del presente. Conmovedor y veraz. Me quedo con un gusto amargo....Me ha gustado mucho visitarte y conocerte.

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  2. Un viaje sin estrellas, terrible, al ayer hasta el orígen de su insatisfacción y sus posesiones sin placer. De algo así, prendido en la mente, no se desprende una niña, pero lo hace guardando la atrocidad en un cajón oculto, hasta que se abre !cuantos años sin saber por qué!

    Ha sido un placer leerte, seguiré tus pasos, no lo dudes. !Salve! besito.

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  3. Ese tremendo instante la cantidad de secuelas que origina.

    Muy bueno y bien llevado hasta el final.

    Besos

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  4. Anda! pero si esta cala es nueva!! Con razón no te encontraba en la otra. Ahora mismo cambio la dirección.

    Respecto al relato, tremendo viaje. Casi mejor no saber el porqué de su problema, pobrecita. Eso es algo que no entenderé jamás por más que me lo expliquen.

    Un placer descubrir tu nueva cala.
    Un abrazo

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  5. Cas, bienvenida a esta cala, aunqueseauninstante.
    Gracias por demorarte un poquito más de un instante y dejar tu comentario. Siento haberte dejado ese gustito amargo. Ya pasé por tu blog y el tono de tu texto era totalemente diferente. Hay días para escribir unas cosas, otros otras... Y a veces cosas que oímos aquí y allí que queremos compartir. Otro día algo más alegre, vale? de todas maneras suelo vehicular así mi melancolía o mal humor.

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  6. Son muchos los que llevamos cajones ocultos; tenemos buhardillas donde escondemos algo y lo olvidamos, o queremos olvidar. Pero sigue latiente. Vives a medias, vas malviviendo como un zombie, hasta que un día te decides a tirar y tirar del hilo a ver dónde te lleva. creo que entonces cuando ves el principio, cuando descubres lo ocultado y tu autoengaño puedes volver a intentar empezar.
    Gracias por tu comentario, por dedicarme tu tiempo. me has hecho pensar.
    mar

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  7. Isabel,
    gracias por seguirme. Si una cosa mala o buena lleva a otra y a otra...
    Un beso,
    Mar

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  8. Ardillita, tu por aquí de nuevo!!!! Qué bien! Ya te dije que había cambiado de blog; de cala no; aunque la veo diferente y por eso otro nombre también. Me fui del otro aún no sé bien por qué. en vez de darme pasusa, hala! lo eliminé todo. Luego, os eche de menos y quería que me leyeran y me dejarais cositas, que soy muy mimosa... Ahora que estoy de baja tengo mucho tiempo para esto. Para leer, escribir, pasarme por tu blog.... :)
    Un beso a saltitos.
    Mar

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  9. Hola Mar, la misma Cala, el mismo Viento, las mismas Olas... y todo en un instante.

    El relato... bueno, pues que me has dejado de piedra, con el Hijo de Puta del tio Mariano, inborrable experiencia que sin embargo, se aposentó en la subconsciencia.
    Hizo falta mover la botella para subir el poso a la superficie.

    Besos y bienvenida

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  10. Desdichado episodio infantil que dejó una marca nefasta en el alma inocente de una niña. El cerebro esconde el recuerdo que nos hace daño, pero no las consecuencias del mismo. En tu historia, la aversión última a entregarse hasta el final en sus encuentros amorosos.
    Preciosa historia con final dulce y desarrollo duro y agrio.
    Un abrazo.

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  11. Sí Alfredo, la misma cala que siempre va conmigo, desde niña; aunque yo, de alguna manera, no en un instante, pero en poco tiempo (desde que empecé el otro blog), haya cambiado tanto.
    ¡Espero que paa bien! :)
    Hasta la próxima!

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  12. Pepe,
    mucho gusto.
    De verdad le has visto un final dulce? a mí no me lo parece. No era mi intención. Pretendía un final amargo, terrible. Pero en fin, supongo que eso demuestra algún fallo en el desarrollo o en algo.
    En cualquier caso, una vez se acaba el proceso de escritura, el texto ya es del lector.
    Un abrazo y encantada
    Mar

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  13. cada vez que le0 una hist0ria que parte, que tiene de tel0n de f0nd0 la vi0laci0n, se m estremcen t0das mis almas...cree0 que casi me duele mas la vi0aci0n ficticia que la real....¡¡¡y0 que sé¡¡¡ es c0m0 si la ficticia fuera una acci0n mas a sumar a las realidades...mecaguen...
    muy bien llevada la hist0ria, mar
    hasta el f0nd0 de l0 inc0gn0scible.
    medi0 bes0.

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  14. Gustavo,
    muchísimas gracias por tu comentario. Por releerme. ¿Sabes? Un buen amigo que escribe muy bien, me ha hecho unas sugerencias para mejorar el relato (puntuación y sintaxis, alguna palabra). La peinaré un poco más, la historia y la colgaré a ver qué te/os parece. ¿Vale?
    Ah!! Contad conmigo para lo de los saábados literarios. Tengo un poema a medias y un relato a medias (todo a medias tú, como tu beso :) ). Ya veré qué dejo al final.
    Me motiváis mucho a escribir, y como estoy de baja y tengo mucho más tiempo, pues claro, escribo que es una de las cosas que más me satisface en la vida.
    Pues medio beso para ti también. ¿Estás a dieta de besos que sólo das medio?

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  15. Menos mal que a fin de cuentas ella misma buscò una ayuda en alguien.

    Ha habido especialistas que agujerean esas dos dimensiones, de tiempo y de memoria dentro de nosotros mismos con habilidad extrema. Recordar, sin duda nos ayuda.
    ¿No obstante, habrá sido verdad que se ha curado?
    ¿Ella, insistirà después, en saber cual fue la causa de su desarreglo?

    Muy interesante.

    Tésalo

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  16. Hola, Tésalo:
    gracias por pasarte por aquí . Gustavo me comentó que eras tú quien llevaba lo del los martes. ¿De vuelta? De dónde hayas estado, digo.
    Recordar ayuda, sí. Parece que se pueda sobrevivir si no se recuerdan ciertas tragedias experimentadas: pero de una manera u otra están latientes y salen a flote.
    En cuánto a las peguntas que aquí dejas: No sé ni quiero. Me parecía más interesante dejar así, el relato, sin decir más.
    Hasta el sábado. Vieneas, ¿no?
    Mar

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