PAZ
-¡Pepiiiiitaaaa! ¡Pepiiiitaaa!¡Pero bueno! ¡Esta niña!
Paz no daba crédito. Otra vez se le había escapado Pepita al Reguerón. El Reguerón no estaba lejos de la casa de la familia, "El Peral", que quedaba a la entrada del pueblo por la carretera de arriba. Aquella sólida casa de tres plantas, recibía con una mezcla curiosa de orgullo y humildad a todo el que entrara a San Esteban por la carretera que iba de Muros a San Esteban. La casa se veía desde la curva que hacía la carretera en El Reguerón y desde la casa se podía ver aquel lugar, aquella entrada en el monte que ocultaba un lavadero público. Allí, con el buen tiempo, instalaban su campamento una familia de gitanos, una familia cargada de alegría, de vida, de chiquillos que crecían al susurro de los cuentos del abuelo y los bailes alrededor de las hogueras... Aquellos chiquillos que con su fantasía siempre a punto de despegar invitaban a Pepita la del Peral, la hija de Paz, a jugar con ellos. Y Pepita en cuanto podía se escapaba para con ellos y colmaba así sus deseos de aventura.
FOTO DE PEPITA LA DEL PERAL (mi madre).
Se la veía alegre y con mirada franca...debió ser una excelente madre.
ResponderEliminarVeremos como sigue la historia.
Bessooo
Muy guapa. ¿Es el princpio de la novela?
ResponderEliminarSí, era una excelente madre Neogéminis. Y muy guapa sí, Isabel.
ResponderEliminarEste es un trocito de la novela, pero no el principio, no. Y bueno, eso de novela me suena a muy garande. Lo he puesto en la entrada para ver si así me lo creo y me animo a seguirla. Trabajé en ella un verano, y bastante. Luego la abandoné. Es difícil abordar la historia de la familia. Es que quiero contar la historia de mis abuelas maternas.
Si me animo, otro día os dejo otro trocito.
Un beso a las dos
¡PUES SÍ, AMIGA MAR! LA BIOGRAFÍA DE DILMA ES APASIONANTE...ME GUSTAN LAS PERSONAS DE UNA PIEZA, QUE SABEN EVOLUCIONAR SIN PERDER EL HILO CONDUCTOR DE SU ÉTICA INTERNA...ME PASARÉ POR TU CASA LITERARIA...ABRAZOS PARA LA HIJA DE PEPITA LA DEL PERAL...MI MADRE ERA TAMBIÉN PEPITA...ESCRIBE A POQUITINES...SE SABOREA MEJOR...¡DIGO YO!
ResponderEliminarManuel, gracias por pasarte y leer esto. Sií, escribo a puquitines.
ResponderEliminarUn besiín, Mar
Me encantan estas fotos antiguas. La de tu madre en la Vespa es genial.
ResponderEliminarMi padre tuvo una Lambreta, (muy parecida a la Vespa) y yo, como no, tengo Vespa (la clásica) desde hace 25 años.
Ánimo con esa novela. Los deseos suelen cumplirse cuando nos lo proponemos en serio.
Vaya! Aquí también me has dejado comentario! Qué generoso y qué paciente! Muchísimas gracias por tus ánimos. Además de que me parece una empresa difícil, la de escribir una novela, por no haberlo hecho nunca, por no habr ido a ningún taller/curso literario, es difícil pues supone novelar la historia de mi familia materna, interesantísima, inverosímil y apasionante. Me lo he propuesto varias veces, lo he prometido a mí misma a mi madre y a las muertas, viudas de guerra. Pero aveces dudo.
ResponderEliminarLa Vespa no es de mami; era de un cliente del restaurante de la familia.
Gracias de verdasd, por tu tiempo.
¿Cómo has llegado hasta aquí? Soy muy curiosa,
Mar