Trist el qui mai no ha perdut
per amor una casa
Joan Margarit
Sobre las diez te llamo
para decir que tengo diez llamadas,
otra reunión, seis cartas,
una mañana espesa, varias citas
y nostalgia de ti.
Sobre las doce y media
llamas para contarme tus llamadas,
cómo va tu trabajo,
me explicas por encima los negocios
que llevas en común con tu ex-marido,
debes sin más remedio hacer la compra
y me echas de menos.
El teléfono quiere espuma de cerveza,
aunque no, la mañana no es hermosa ni rubia.
Sobre las cuatro y media
comunica tu siesta. Me llamas a las seis para decirme
que sales disparada,
que se queda tu hijo en casa de un amigo,
que te aburre esta vida, pero a las siete debes
estar en no sé dónde,
y a las ocho te esperan
en la presentación de no sé quién
y luego sufres restaurante y copas
con algunos amigos.
Si no se te hace tarde
me llamarás a casa cuando llegues.
Y no se te hace tarde.
Sobre las dos y media te aseguro
que no me has despertado.
El teléfono busca ventanas encendidas
en las calles desiertas
y me alegra escuchar noticias de la noche,
cotilleos del mundo literario,
que se te nota lo feliz que eres,
que no haces otra cosa que hablar mucho de mí
con todos los que hablas.
Nada sabe de amor quien no ha perdido
por amor una casa, una hija tal vez
y más de medio sueldo,
empeñado en el arte de ser feliz y justo,
al otro lado de tu voz,
al sur de las fronteras telefónicas.
Preciosa tu imagen y me ha gustado mucho tu poema, es una historia tan real...
ResponderEliminar"y no se hace tarde"
Felicidades, Mar.
Nunca es ni pronto ni tarde para la amistad, suena el tel. allí está la voz.
ResponderEliminar"Trist es aquell que no ha perdut res a causa de l'amor, perquè no ha obtingut guanys veritables"
Paraules de Margarit, belles i certes.
Palabras que nos comunicas a través de la letra y suenan a voz de amiga. Gracias Mar, bonica.
Un texto conmovedor...
ResponderEliminarSaludos.
Siempre me gustó este poema de Luis García Montero. Sobre todo porque yo le conocí antes de separarse de su primera mujer, cuando su niña, Irene, tenía unos pocos años, y sé lo duro que debió de ser aquello.
ResponderEliminarLa última estrofa es sobrecogedora.
Más de una vez se lo he leído a mis alumnos.
Besos
Hola Mar
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este poema que no conocía, la verdad es que la poesía no es uno de mis fuertes.
Es una historia tan real que posiblemente cada uno de nosotros conocemos una historia así, suerte el protagonista que ha dejado una ventana abierta a al vida.
Un beso de Mar
Hola, gracias a tod@s.
ResponderEliminarIsabel, "Merece la pena" no es un poema mío, ¿eh? Ya quisiera yo. Supongo que te refieres al de la entrada anterior, aunque pongas aquí el comentario.
Natalia: haig de llegir més a Margarit. Però el que he llegit m'encanta.
Un besito Neogeminis.
Mar: yo creo que no es necesario que la poesía sea uno de tus "puntos fuertes" para que te guste una poesía, para disfrutarla. Sólo hay que dejarse llevar y sentir.
Juan Carlos: me considero una inculta en cuanto a lecturas; o sea, que he leído mucho menos de lo que quisiera. Descubrí a Luis García Montero en una estantería de poesía este mismo año, me atrajo el título de su obra "Posiblemente viernes" y me lo compré sin saber nada de él. No sabes hasta qué punto estoy disfrutándolo. Me gusta mucho este poema y muchísimos.
como mujer divorciada (yo con tres hijos) creo saber a lo que se refiere. Muy duro sí. Pero en cualquier caso: mejor seguir empeñad@ en el "arte de ser feliz y justo".
Besos,
Mar
JUan Carlos:
ResponderEliminarque no sé porque he dicho "en cuanto a lecturas" Que yo me considero una inculta y punto.
Un abrazo,
Mar
Melancolía de un abandono?
ResponderEliminarPoemas nostálgicos?
Leer poemas por voluntad propia no encaja en mi manera de ser. Que me calen, los de Odiseas Elitis. Que me guste leer, los que vosotros, mis amigos, escogeis.
Gracias por compartirlo.
Besitos.
Odiseas Elitis? Habrá que leerlo. ¿o será leerla?
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte, Verónica.
Mar
Leerlo, es un poeta griego que me pone la "piel de punta"...
ResponderEliminarEs broma, eh? Es uno de los pocos, junto con Zeféris, otro griego, que me calan hasta producirme escalofríos, no los he leído en castellano, así que no sé si será el poetismo de la lengua griega. Tal vez.
Besitos.