El tiempo les era propicio... Llevaban comida suficiente... Pero no debían haber viajado a San Esteban. Aún no. Abrigo suficiente... Sin embargo, no era el momento todavía de volver. Amor suficiente en sus alforjas. El de sus mujeres y sus hijos. El suyo propio. Eran honestos. Hombres de bien. Cristianos hasta la médula. Antes que nada, buenos cristianos. Pero no debieron hacer aquel viaje de vuel ta a su casa, a San Esteban. Sería un día bello; el sol aún oculto cuando besaron a sus mujeres por última vez no lo anunciaba; las estrellas sí. Iban tranquilos; llevaban de todo, no les faltaría nada. Hasta llevaban dinero; de aquella, demasiado dinero. En unas horas de camino se plantarían en el pueblo. Les habían dicho que podían volver. Que todo estaba tranquilo. Que el ejército del levantamiento había llevado la paz al pueblo. Se habían acabado los bombardeos que tanto asustaban a sus respectivas mujeres. Y llegaron, sin problema. Pero no debieron haber regresado. Al menos, no aquel día. O aquel mes. No en aquel entonces cuando la envidia se disfrazaba con banderas. Quizás nunca.
El 23 de octubre se conmemora el décimo aniversario de la primera exhumación de una fosa común con víctimas de la represión fascista. Fue en León. Allí se gestó la Asociación por la recuperación de la memoria histórica. En las fotos, las cruces señalan el lugar donde mi bisabuelo, abuelo y tío abuelo fueron vil e impunamente asesinados en octubre de 1937. Estas cruces fueron creadas y colocadas allí por un tío mío; donde creen que se hallan los cadáveres. Ya no existen. Han sido retiradas una y otra vez (todas las que mi tío ha ido poniendo) por gente del mismo pueblo que quiere olvidar. Mi bisabuela, abuela y tía abuela, salieron adelante y perdonaron a los asesinos, pero nunca olvidaron. Yo tampoco quiero hacerlo.
Más aciertos y equivocaciones en casa de Gus.
Te cometo algo pachucha, pero así podremos hablar en persona sobre este tema, a mi modo de ver no se trata de una equivocación, es llana y puramente asesinato, muertes que jamás olvidaremos, un desacierto sería perder esa memoria, no ha de suceder jamás, pero sucede siii, por estos mundos...
ResponderEliminarTengo similares memorias, como la tuya de aquel horror. Ens veiem, petonets.
Son terribles ese tipo de muertes, lo peor esas familias que no saben donde estan, tienen todo el derecho a darles un entierro digno...por todo mundo hay crimenes asi, que nunca sabran donde estan las fosas, muy triste quien perdio familiares de esta forma.
ResponderEliminarPrimavera
Triste. Tristísimo y real, tu propuesta de hoy.
ResponderEliminarEs la vida y el sufrimiento, las decepciones, los abusos, forman parte de ella; pero también el amor, la esperanza, la existencia... para poder equilibrar la balanza.
Un beso, amiguina
Perdonar? Eso es de cristianos.
ResponderEliminarNInguna agresión sin respuesta, ya te lo dije una vez.
Un abrazo.
Por qué no quitas la verificación de la palabra, está en la configuración del blog. Retrasa mucho los comentarios, besito.
Natàlia: cuidate mucho que ya veo que sigues pachucha.
ResponderEliminar¡Otra cosa que compartimos! Desgraciadamente esta no es buena.
Petonets
Primavera:
ResponderEliminares horrible para las familias, para todos. Es horrible pensar que crímenes así se cometen a diario en tantos lugares de nuestro mundo...!!!
Un abrazo.
Celia:
ResponderEliminarllevas razón. ¡Menos mal del amor y la esperanza y la amistad y...! Pero lo otro no se puede olvidar. No podemos mirar para otrolado.
Un beso, amiguina
Vero,
ResponderEliminarte entiendo y a mí me cuesta perdonar pero lo intento. Soy cristiana, será eso. Y, sin embargo, parece mentira pero siento rabia, aun cuando mis abuelas se empeñaron en no hablarlo para que no guárdaramos memoria y no odiáramos.
Un abrazo.
¡Ah! He quitado lo de la verificación de palabra.
Duro lo que nos traes, nos lleva a plantearnos demasiados miedos ancestrales. No olvidamos y perdonamos o perdonamos y olvidamos o ni uno ni lo otro. La conciencia es de cada cual auqnue haya otra colectiva que nos una, como en este tu buen relato.
ResponderEliminarUn beso
Tu historia, la historia, nuestra historia... Cuantas veces oida y odiada. ¿donde esta el error?
ResponderEliminar¿en perdonar? ¿en olvidar? ¿en remover el dolor?
Un beso
Tú dolor, el de nosotros, el de tantos... representadas por una simple cruz y unas palabras tremendas y conmovedoras.
ResponderEliminarEstá claro cuales son los errores que se comenten en forma alevosa!
Un abrazote
¡Cómo no va a doler! Y querer saber, es de derecho y sin embargo algunos se empeñan en olvidar la culpa, ¿qué si no?
ResponderEliminarA excepción de tus abuelas, admirable decisión para intentar que fueráis felices ya que ellas debieron sufrir tanto.
Es necesario recordarlo para comprender.
Un abrazo.
MI FONO...ESPERA QUE LO MIRE EN EL MISMO PARATOO QUE NO ME LO SE DE MEMORIA, PUES EL COMENTARIO COMO A SU, SERA AL FONO...
ResponderEliminarBESOS...616-292-352
MEDIO BESO.
Hola Mar
ResponderEliminarEse dolor nunca se olvida, estos crímenes son parte de nuestra historia reciente y yo creo que no debemos olvidarla jamás, en cuanto a perdonar eso ya depende de la capacidad de cada uno para ello y creo que la mía es bastante limitada en esos casos
Un beso de Mar
Lo peor de la raza humana puede surgir en cualquier momento.Tu texto no lo olvida.
ResponderEliminarcariñitos
No nos hemos podido conocer en persona, cosa que lamento, pero eso me ha traido a tu blog, cosa que festejo.
ResponderEliminarOlvidar, recordar, remover...como más arriba apunta Rosa de Sastre...creo que ahí no reside el error...
El error actual y digo eso, porque en realidad el error es que esto sucediera...está en lo que cuentas al final, que al fin y al cabo es lo mismo que al principio.
El error está en la INTOLERANCIA.
Intolerancia con la libertad, con la voluntad individual y colectiva, con la vida, con el honor, con el ser humano.
Un besito, mi nueva amiga.
Luna:
ResponderEliminaryo también lamento no haberte conocido. Nos conoceremos sin duda. Habrá otros
El error sí, me refiero a mi texto, es que esto ocurriera. Eran hombre muy buenos, de bien.
Un besito y gracias por leerme y bienvenida
No quiero olvidar Yonki. Lo peor está ahí sí. Lo peor es que siguen ocurriendo cosas así y que volverán a ocurrir en uno u otro país. Así de brutos y egoístas somos los humanos. Lucho cada día por ser un poco menos egoísta y más buena en todos los sentidos.
ResponderEliminarCariñitos para ti también
Mar,
ResponderEliminarya no duele tanto, como debió doler a mi madre o a mis tíos o ami propia abuela. Pero igualmente no quiero olvidar. Quiero el reconocimiento para ellos y ellas. Y quiero ser capaz de perdonar. Lo intento.
Un beso a mi Mar
GUS:
ResponderEliminarme encantó tu comentario vía e-mail. No sé por qué no lo dejaste aquí.
En cualquier caso un abrazo.
Isabel:
ResponderEliminar¡Qué gran verdad! Comprender. Si todos hiciéramos por comprender... Sólo eso.
Un abrazo
Cas,
ResponderEliminarsí, es el dolor de muchos hombres y mujeres, de muchos países y mundos.
Un abrazo grande paa ti.
¿El error Rosa? La equivocación fue creer en quien no tenían que haber creído. Eso creo. Para otros mi equivocación es remover. Para mí, la equivocación de esos es no querer recordar, hablar y hablar, para cerrar heridas.
ResponderEliminarUn abrazo
María José:
ResponderEliminarmuy bien dicho. Miedos ascentrales. De todos. Míos también no te creas.
Un abrazo