domingo, 24 de octubre de 2010

"NUNCA PODRÉ LLEVARTE FLORES". EN EL DÉCIMO ANIVERSARIO DE LA ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA


Nunca podré llevarte flores.

Paz sube la cuesta de la Atalaya con el cargamento de ocle
ligado a su cabeza y apoyado en su espalda. Está contenta; ha recogido mucho hoy. Pisa con firmeza el camino. Lo sabe de memoria pues ya lleva días haciéndolo. Pero tiene que prestar atención;  un traspié sería mortal. Además quiere evitar las flores silvestres que nacen aquí y allá, y que hacen el camino hermoso. No se parará hasta aquel punto que ella sabe. Allí tomará un respiro, como las otras mujeres hacen cuando van. Se fuerza a continuar hasta ese punto. Si parase, el camino se le haría mucho más largo y tiene ganas de llegar a casa cuanto antes. Va recordando a su hermana, cuando bajaban a la playa, al amanecer para que nadie las viera, cuando se bañaban envolviendo su pureza vestal con una sábana blanca, para que ningún intruso descubriera sus cuerpos. ¡Qué placer recibir el abrazo de la mar fría, tan de mañana! “Alrededor de las 6 bajábamos; sí, sobre las seis”. Se obliga a caminar pisando con fuerza el terreno que apenas distingue para afianzar el paso, para no resbalar. El cargamento la reclina y como un elefante viejo y cansado y cargado, camina poco a poco, lentamente, levanta un pie y lo reposa un poco más allá, unos centímetros más allá. Un pie, otro pie, y ahora el otro y el otro... Llega al punto exhausta. Se retira el cargamento de la cabeza y ya se nota, como siempre, una corona de alfileres apretada en las sienes. Y miles de puntitos brillantes salpicando su visión, como el reflejo del sol en las olas, en verano. Apenas distingue el horizonte. Cierra los ojos, tira la cabeza para atrás respira hondo, y abre los ojos de nuevo. Sonríe con la visión de la mar. Hoy hace buena mar. Paz, mira la mar con la tranquilidad de que lo más difícil del camino ya está hecho, y como siempre desde ahí, habla a  su hombre: “José, estarías orgulloso de mí. Estoy trabajando duro. Sé que hago todo lo posible. Sacaré adelante a los niñinos... José, ¿estás ahí?, ¿Me escuchas?... José, José...” Pacita empieza a sollozar y a hablar en voz alta. Nadie la escucha, está sola, con el mar delante. “José, ¿por qué te dejé ir? ¿Por qué te mataron? ¿Qué hicimos mal, José, qué hicimos mal?” La mar ruge allá abajo. A ella le gusta creer que el cuerpo de José después de asesinado acabó en la mar, la mar que tanto su hombre amó. Pero nadie lo sabe con seguridad. Pacita respira hondo intentando recobrar la serenidad, no le gusta llorar. Alza la voz un poco más, como si con ello quisiera conseguir que José la oyera: “José, ¿dónde estás? ¿estás ahí en la mar? ¿te dejaron en la cuneta? ¿Tan cerca de mí que podría volver a besarte...?             ¿ Besar aunque sólo fuera la tierra que te cubre?  José... quiero besarte, abrazarte…. No voy a poder José, me muero sin ti…  Señor, ¿por qué me has hecho esto en que te he faltado? ¡Dios mío, Dios mío! José, ¿dónde habrán dejado tu cuerpo? Si yo supiera dónde estás José, te llevaría flores, José... Ahora las hortensias azules están preciosas... José todavía te quiero, no te he olvidado. Nunca te olvidaré... Pero nunca, nunca, podré llevarte flores”. Paz se calla y poco a poco las lágrimas se recogen; vuelven al corazón, hasta nuevo aviso de Pacita, cuando se permita llorarlas. Luego, sosegada, resignada, respira hondo, recoge la carga y se la cuelga a la espalda, sujetando la cinta a la cabeza. Mira una última vez a la mar y emprende el camino de nuevo, decidida a no llorar más.

("Nunca podré llevarte flores" es un pasaje de mi "novela", ese libro que llevo años proyectando sobre la historia de mi abuela, viuda de la guerra civil.  Con motivo del DÉCIMO ANIVERSARIO DE LA ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA, hago esta entrada hoy)

16 comentarios:

  1. Hermoso nombre Paz, un bello contrasentido entre el absurdo y la violencia ciega. Esa novela que mencionas, Mar, ¿está acabada?

    En el Décimo Aniversario de la Asociación, recuperamos la memoria, hoy y cada día. Por los Josés, los Antonios, las Rosas...tantos y tantas a los que enviamos flores con el pensamiento.

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  2. No Natàlia, está apenas empezada. LLeva años así. la cojo, la dejo... Hice entrevistas a gente...
    Paz es el nombre de mi abuela.
    Besos y abrazo

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  3. La historia de la mayor sinrazón del ser humano: La guerra...
    Cuántas hitorias similares. Antes, ahora y en el futuro...Personalmente, no es la historia de mi familia, que yo sepa, no hay muertes en la guerra de pariente próximos.
    A mi familia le tocó ser rojos- Valencia.

    Pero nunca quisieron contar cosas de la guerra. Ni por parte de mi padre, ni mi madre ni mis suegros.

    Siempre que sacábamos los más jóvenes, con cierto morbo, la conversación, la respuesta era la misma:

    -En guerra hicieron mucho daño las dos partes. Durante la guerra y después de la guerra.
    En una guerra nunca hay ganadores entre el pueblo. Todos sufren, pasan necesidades y se les mueren sus seres queridos.

    Mi suegro era bombero del Parque de Bomberos de Valencia. , Tuvo cuaro hijos en 1939, 1943, 1945, 1947 mi marido, el mas pequeño.
    Imagínate si vió cosas, pero lo único que decían es que gracias a Dios no había muerte un ser próximo, pero que pasaron muchas calamidades...

    Pero comprendo a Paz, hablando al viento, gritándole su dolor, su impotencia y su infortunio...
    Un abrazo de respeto y cariño a todas las "Paz" de toda la historia del mundo!!!!

    Un besito, princesa.

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  4. Una historia llena de sentimientos,
    un placer pasar a leerte,
    que tengas una bonita semana.
    un abrazo.

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  5. Hola, querida amiga.
    La guerra de hermano contra hermano, de vecino contra vecino, es la peor de todas.
    Jóvenes que no conocian ni simpatizaban por partido alguno, fueron aglutinados por unos y otros. Todos han perdido. Ninguna ha salido victorioso porque ¿qué es la victoria en una guerra?
    Existen heridas hechas y recibidas por uno y otro bando. Existen abusos por lado y lado. Todo dependió de la circunstancia y de la sinrazón que vive en el interior del ser humano... ¿ser humano? En fin.
    Un beso, querida amiga y aprendamos de los errores del pasado.

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  6. Me ha emocionado tu relato, Mar. Un beso

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  7. Una historia que bien merece ser contada y por lo visto, has sabido enhebrar palabras con sentimientos...la memoria de los que no están merece regarse como esas flores que tu abuela no pudo llevar.

    Emotivo post.

    Un abrazo.

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  8. ¿Para cuando tu novela?, escríbela Mar, hazlo, todos la estamos esperando.

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  9. Querida Luna: gracias por lo de "princesa", me ha hecho mucha gracia. Gracias por lo que has colgado en tu blog hoy y por tugesto de cariño hacia mí con tu mail.Besos

    Ricardo: bienvenido, celebro que te gustara

    Celia: amiga querida. Das en el clavo con tu observación. Aprendamos de los errores; que no se vuelva a repetir.

    Elvira: es que pensé en ti por lo de las flores :)
    Neogemenis: me gusta la conexión que has hecho entre las flores y la memoria: regar la memoria.

    Belén: gracias por tus animos. Falta tiempo Belén. Y quiero antes acabar con lo del libro de poemas y relatos.

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  10. Ojala que por fin pueden llevarles flores y que acabe este sin vivir de las familias que no saben donde estas sus familiares.
    Esto que nos sirva de verguenza y que aprendamos de estos errores para que nunca pase mas.
    Primavera

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  11. Gracias Teresa, pero... ¡qué miedo!

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  12. Hola Mar, por partes, mi email es javitxucorleone@hotmail.com..el tuyo es que no me sale cuando le doy...son partes de mis torpezas...espero tu mensaje.
    De segundas, espero con fervor inusitado esa novela, disgnidad para los que nunca la tuvieron,recordar para jamás olvidar, es hora de que este santo país pague sus deudas, será complicado porque no se quiere sacar a relucir la verdad,,si esta saliera a la luz...que de torres caerian,pero en eso andamos...que triste es que un país llamado demócrata sea incapaz de lavar y de pagar las deudas de una guerra incivil....
    Muchas gracias Mar, pasa buena tarde, besos.

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  13. no tengo muertos a los que no pueda llevar flores...se que en este pueblo mio se llevaron a 16 tipos y los fusilaron en una tapia de un cementerio de un pueblo cercano al mio...se alguna historia de, pequeña, de la guerra civil...mas un dia me puse a leer algun libro y me dije...leches, estos cabrones exterminaron hasta en la zona en la que nunca hubo batallasss¡¡¡...
    no tengo ...quiza por eso apenas si pueda hablar de esto...digo halar con sentimiento bien sentido....tengo mis opiniones...pero...
    un beso, mar martin.

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  14. Gracias, Vito: ¡Uy! esta novela es de momento un castillo en el aire. Un abrazo

    Gustavo: muá

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